Derivado a nivel estético de la Berlineta ENASA de serie, difiere de ésta en infinidad de detalles, siendo el más significativo sus pasos de rueda más estrechos y retranqueados en su parte posterior y un aspecto general mucho más agresivo. Construido en su totalidad en aluminio en vistas a reducir el peso, aspecto negativo del diseño de los Pegaso Z-102, “El Cangrejo” equipó motores de 2.500 y 2.800 centímetros cúbicos, montando ocasionalmente un compresor Roots de baja presión. Utilizado con fines experimentales y pruebas de todo tipo, recorrió más de 100.000 kilómetros en menos de año y medio de vida.

El coche presentado, reproduce el vehículo con el que Celso Fernández participó en la XIII Carrera en Cuesta a la Rabassada , celebrada en Barcelona el 17 de mayo de 1953. Uno de los detalles más sorprendentes es que el coche tomó la salida con dos dorsales diferentes, detalle que merece una pequeña explicación. Originalmente, la carrera debía celebrarse el día 3 de mayo, habiéndole correspondido a Celso Fernández el dorsal número 126, sin embargo esta carrera fue suspendida por los organizadores debido a una intensa tromba de agua que cayó en Barcelona la mañana de la carrera. Trasladada al día 17, se abrió un nuevo periodo de inscripciones, que aportó un menor número de participantes, correspondiéndole finalmente el dorsal número 84 a Celso Fernández, número con el que participó oficialmente en la carrera. Equipado con el motor de 2.500 centímetros cúbicos y montando un compresor Roots, elementos procedentes de un “Bisiluro” probado por Celso Fernández la semana anterior en Montlhery, el “Cangrejo” se clasificará finalmente en 6ª posición, logrando el 2º puesto entre los coches Sport, detrás de Joaquín Palacio, que pilotando un Pegaso Spyder SE R, conseguiría la primera victoria absoluta para la fábrica ENASA.

Utilizado en multitud de ensayos y artículos aparecidos en la prensa especializada entre 1952 y 1953, el “Cangrejo” resultó destruido en un accidente y posterior incendio, en diciembre de 1953, siendo, en opinión de Celso Fernández, conductor habitual y probador de la marca, “ el mejor de los Pegaso Z-102 fabricados ”.